BANDERA DISCUTIDA: LIDERAZGO ACTIVO
Domingo de la Presentación
3 de febrero del 2019
San Lucas 2, 21-40
Jose y María son una pareja pobre de judíos piadosos. No saben lo que va a pasar. Ellos tienen un hijo mocito llamado Jesús que siguiendo las costumbres han de llevar al templo y presentarlo al Señor.
Simeón es un hombre bueno que tiene esperanza de ver al salvador de su pueblo, el Mesías prometido. Impulsado por el Espíritu sube al templo y se encuentra con Jesús, María y Jose. De repente se siente iluminado. Debió ser una escena feliz. Coge al niño, a la madre y al padre y los bendice. Dice del niño:" Será una bandera discutida, fuente de conflictos y enfrentamientos! Será un líder".
Así fue. Jesús hará que unos caigan y otros se levanten, uno lo acogieran y su vida adquirirá una dignidad nueva. Es decir será un líder.
Aquella fue la presentación de un líder. Su existencia se llenará de luz y de esperanza. Otros lo rechazarán y su vida se echará a perder. El rechazo de Jesús es su ruina.
Hay una Iglesia que sí se toma en serio su conversion a Jesús no será nunca un espacio de tranquilidad sino de conflictos.
Quiero que consideréis dos aspectos actuales:
1º - La crisis de la familia: tenemos que retomar el sentido de la familia cristiana con la educación cristiana de los hijos y de los nietos. Vosotros los abuelos podéis ayudar mucho.
2º - Los líderes: son necesarios para suscitar acciones comprometidas con la realidad como esta ocurriendo en Venezuela.
En la España del "todo vale" no hay líderes convincentes.
En este evangelio Simeón predice como ha de ser el líder Jesús.
En nuestra sociedad condescendiente no hay líderes.
En nuestra Iglesia no hay liderazgo porque vivimos en sociedades de confort cristiano.